Estaba yo realizando un curso de la ONCE sobre técnicas de photoshop, cuando recibí una llamada de Victoria, una de las psicólogas de nuestro centro, informándome de que el puesto de experto por experiencia se iba a renovar y que contaban conmigo. ¡Menuda alegría para el cuerpo! Iba a poder ampliar mis labores en un puesto en la que desgraciadamente éstas están limitadas por el tiempo.
Comencé esta prolongación de la etapa, lleno de ganas y optimismo combatir los problemas y contratiempos del sufrimiento psíquico, el estigma, el manejo de emociones, los pensamientos negativos y algunos casos esas voces malvadas y torturadoras.
¿Qué puedo hacer yo ante una persona que me pide ayuda para combatir estos males? Pues ofrecerle toda mi experiencia de recuperación, que no es un estado de nirvana. La recuperación cuesta mantenerla y estar día a día sin olvidar los efectos negativos del diagnóstico. Hay puntos de apoyo que pueden ayudar cotidianamente a tener una recuperación estable y exitosa.
-El apoyo de la familia y los amigos.
-Aceptar el diagnóstico y confiar en los profesionales.
-Llevar una rutina y un orden en tu vida.
-Confiar en ti mismo.
-Tener una actitud positiva y llevar una dieta saludable.
Efectivamente estos puntos son vitales para llegar a la recuperación y mantenerla.
Yo desde mi punto de vista y tomando como modelos estos parámetros es lo que siempre he intentado inculcar a las personas que he atendido, a parte de ser un ejemplo activo y embajador del modelo de recuperación.
Luego está la conexión emocional que el experto puede llegar a alcanzar con los usuarios, mucho más fuertes que los que puede alcanzar con un profesional. Ofrecer mi propia historia de haber estado metido en el pozo y poder haber salir de él es una experiencia mucho más vinculante.
Lo que más me gustaría destacar de mi trabajo es el grupo de apoyo mutuo GAM que hemos construido. Un grupo formado por once personas con las que no siempre se puede contar presencialmente, pero con un apoyo incondicional en el Whasapp.
Hemos constituido un grupo maduro y ejemplar que toma el diagnóstico y sus batallas con empatía, saber estar y entre todos nos ayudamos.
En los casos individuales es gratificante saber que he puesto en el camino de recuperación a algunos usuarios desde mi propia experiencia, y les he llevado por atajos que han evitado un sufrimiento mayor.Ver como la persona va ajustando sus rutinas, el saberse util y querido y que sus proyectos tienen validez, dentro de este mundo duro y hostil como pueden ser el laboral y social.
El auge del activismo que nos une a todos colectiva e individualmente, por la lucha de nustros derchos y el poder desarrollarnos como personas al margen del diagnóstico.
He podido mejorar la aportación a estos grupos que tanto se preocupan por nuestro bienestar.
Para mi la recuperación está directamente relacioonada con el activismo. El desarrollar esta labor me ha permitido estar más cerca de ellos y poder aportar mi granito de arena para su exitoso desarrollo.
Lo más bonito del trabajo que he realizado es infundir esperanza en la recuperación, que el usuario se lo pueda creer y a partir de ahí ver como va mejorando su percepción del diagnóstico e ir dejándolo de lado para centrarse en las cosas bonitas de la vida.
A mi me ha servido para tener un proyecto de vida, ganar en autoestima y desarrollar mis habilidades sociales, a perte de conocer a gente con una gran sensibilidad y humildad, que no fragilidad.
Haré una ención
especial a los profesionales con los que he trabajado, siempre dispuestos a colaborar y haer lo que esté en su mano, sin los cuales me hubiese resultado imposible realizar mi trabajo.
Alos coordinadores
Juan e Irene por su formación y consejos del club y su humanidad. Y a todos mis compañeros expertos por su profesionalidad y aportaciones.
