El día 10 de octubre cogimos la autocaravana rumbo a Galicia. Teníamos muchas ganas de hacer este viaje. Al llegar a Lugo capital, eran las fiestas de San Froilán pero encontramos sitio. Preguntando, encontramos las casetas de las Pulperías y comimos comida típica de Galicia. Por la tarde, dimos un paseo grande por el parque que bajaba hacia el puente del río Miño, aunque le vimos desde lejos. Después, vimos la catedral, la plaza del ayuntamiento, la diputación Provincial, una iglesia y anduvimos por la muralla. El hotel, que estaba a las afueras, tenía piscina y yo me bañé un rato.
El día 11 de octubre, cogimos la autovía del Cantábrico y fuimos hasta la ciudad de Foz, ya en el Mar Cantábrico.En Burela, nos encontramos con mi prima que trabaja en la farmacia, y después seguimos por la costa hasta la ciudad de Vivero, el sitio donde nació mi padre. Allí estaba nuestro segundo hotel, junto a la playa de Covas, un barrio de Vivero. Allí mismo, comimos y luego paseamos por la playa de Covas hasta el parque de Cantarrana. Y volvimos al hotel por la playa de Los Castelos, por el mirador y por la isla donde aprendió a nadar mi padre. Después fuimos a visitar a mi tía y cenamos en su casa.
El día 12 de octubre, por la mañana, recorrimos las calles de Vivero y vimos la plaza donde jugaba mi padre, de Pastor Díaz, las casas de los vecinos, el ayuntamiento antiguo, la casa del padrino de mi padre, y al lado, la casa donde nacieron mi tía , mi tío y mi padre, que fue una antigua pensión y ahora venden la casa. Otro hermano que tenía mi padre, que eran cuatro hermanos, nació en Cuba y a los dos años de edad regresó de Cuba con sus padres. Vimos la casa de la tía de mi padre, Mercedes y después entramos en la iglesia y en el convento de Santiago. Donde mi padre hizo la primera Comunión. Vimos también el convento de las Concepcionistas, pero la iglesia de Santa María estaba cerrada. Vimos tres arcos de la muralla y bebí agua de una fuente. Por la tarde, subimos al Monte de San Roque a la ermita y vimos las vistas de toda la Ría de Vivero.
Después dimos un largo paseo fluvial por el río Landro hasta Portochao, más de seis kilómetros y medio, lo vimos con la puesta de sol, había un molino, unas marismas con garzas reales, manzanos, castaños, robles, acebos, nogales silvestres, eucaliptos, pinos y algunas flores.
El día 13 de octubre, fuimos a la Estaca de Vares, al faro, y a la punta más al norte de la Península, y después fuimos a la playa de Abrela y vimos sólo la senda para caminar al Forciño do Porco. Que lo ví desde la playa de Abrela.
En Vivero, compramos las tartas de Vivero y comimos con mi tía Dorada al horno. Nos acercamos
a ver el arco principal de Vivero antiguo, el puente de los arcos y las orillas del río Landro. También
vimos por fuera el convento de Valdeflores.
El día 14 de octubre, ya de vuelta a casa, visitamos el monasterio de Lourenzá y el ayuntamiento, el portal por dentro. El monasterio tenía unas columnas muy anchas y es muy alto. Después, visitamos Mondoñedo, la famosa catedral y las iglesias. Tiene muchas casonas grandes y edificios antiguos y conventos. La catedral tiene muchas vidrieras antiguas, órganos muy grandes y el claustro muy bonito. Vimos la plaza con portales y la casa del obispo. Después de visitar Mondoñedo, seguimos hasta llegar a Becerreá. Que está en la puerta de los Ancares, nos llovió ese día mucho pero hice dos fotos a las montañas. Después seguimos la autopista hasta llegar hasta nuestra casa. Christine.
Muchísimas gracias Christine por compartir con nosotros estas experiencias!!
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