Como ya sabemos la hipertensión arterial consiste en un
aumento de la presión sanguínea en los vasos del sistema circulatorio.
La sangre circula por nuestro cuerpo a través de las venas y
arterias impulsada por un motor que es el corazón.
Así como el aire almacenado en las ruedas de una bicicleta
tiene una determinada presión, también la sangre que circula a través de los
vasos sanguíneos (arterias y venas) tiene una presión que depende de la fuerza
con que el corazón la impulsa y de la resistencia que oponen las arterias
Por lo tanto, si el
corazón se ve obligado a aumentar la fuerza de bombeo, la presión aumenta, y,
¿Cuándo puede ocurrir esto?, pues por ejemplo cuando existe obesidad: al
corazón le cuesta más repartir la sangre por todo el cuerpo de una persona
obesa, se tiene que contraer con más fuerza y esto a la larga aumenta la
presión arterial.
¿Y cuando las arterias oponen más resistencia al paso de la
sangre?, pues cuando su luz se ve reducida por diferentes causas, por ejemplo
el depósito de placas de ateroma y colesterol; o cuando disminuye su
elasticidad, en este caso la pared no cede al paso de la sangre bombeada en
cada latido, y esto es lo que ocurre cuando los vasos están afectados por la
arteriosclerosis.
En estos casos la presión arterial alta es ocasionada por un
estrechamiento de unas arterias muy pequeñas denominadas “arteriolas” que regulan
el flujo sanguíneo. A medida que estas arteriolas se estrechan ( o contraen),
el corazón tiene que esforzarse más por bombear la sangre a través de un espacio más reducido, y la
presión dentro de los vasos sanguíneos aumenta.
La hipertensión es un proceso que posee dos características
peculiares: la primera su elevada frecuencia; la segunda: la ausencia de molestias
que la hagan evidente.
La primera característica explica la importancia de la
hipertensión arterial ya que a su capacidad de dañar se suma su elevada
frecuencia, lo que la convierte en el principal factor de riesgo de enfermedad
en nuestro país; la segunda característica justifica la escasa proporción de
pacientes hipertensos que están bajo tratamiento y control a no padecer ninguna
molestia que señale la presencia de este proceso.
Así, de esta manera la mayoría de las veces la hipertensión actúa
sin hacerse notar, un mal silencioso, sin síntomas, que va sobrecargando el corazón
y dañando progresivamente los vasos sanguíneos
Con la edad aumenta la propensión a desarrollar hipertensión
arterial. Se estima que el riesgo de aparición de una enfermedad cardiovascular
es de 2 a 4 veces mayor en las personas hipertensas.
¿Qué determina que una persona sufra hipertensión?
En la gran mayoría de los hipertensos no se halla una causa
de la hipertensión arterial. Esto no quiere decir que no exista una causa sino
que aun no ha sido identificada. Se define así la hipertensión esencial o
primaria.
Pero aunque no se halle una causa sí que se observan en las personas hipertensas unos FACTORES que predisponen o favorecen la presión alta:
La HERENCIA es uno de
ellos.
Los diferentes estudios realizados en personas hipertensas
demuestran que esta enfermedad puede heredarse. Es fácil comprobar que los
familiares de primer grado de pacientes hipertensos tienden más a sufrir
hipertensión comparándolo con los familiares de personas con presión normal.
También la OBESIDAD se ha visto claramente relacionada con la
hipertensión.
El STRESS que puede conllevar un trabajo poco
satisfactorio, una situación familiar conflictiva o una determinada emoción,
aumenta asimismo la presión arterial.
Lamamos estrés a un estado de inquietud o angustia ligado
casi siempre a una hiperactividad física o mental.
El TABACO al igual que el stress produce aumentos
temporales de la de la presión sanguínea, no provoca elevaciones mantenidas de
la presión arterial. Sin embargo, el hábito de fumar es uno de los factores de
riesgo más importantes para las enfermedades cardiovasculares y
arterioesclerosis en general, y debe por lo tanto suprimirse.
El ALCOHOOL en cantidad moderada no modifica la presión
arterial, pero en exceso, aumenta la presión y está demostrado que los
hipertensos que dejan de beber disminuyen su presión.
El CAFE, no parece
producir una elevación mantenida de la presión arterial, aunque parece prudente
aconsejar una moderación de su consumo.
Los individuos que efectúan poco ejercicio físico parecen
tener unas cifras de presión arterial algo superiores a los más activos
físicamente.
Por último la
SAL es uno de los elementos de la
comida al que se le ha prestado mayor atención en cuanto a su influencia sobre
la presión arterial. Estudios realizados en diversas poblaciones observan un
ascenso del nivel de presión arterial con el progresivo incremento en el
consumo de sal.
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