Sorolla precursor del iluminismo, destacaba por sus cuadros llenos de luz y los motivos marinos, siempre con las mujeres como el centro de de su obra. A nosotros el cuadro que más nos gustó fue "un hombre y su caballo" donde el especialista en luminosidad pinta un caballo ceniciento y su dueño llevándolo a lo largo de la playa. También pudimos ver la estancias donde pintaba el autor.
Para cogimos el metro que iba a rebosar, tuvimos que dejar pasar un tren por que no cabíamos. Después del museo nos dimos un buen paseo desde Iglesia hasta Atocha bajando por la Castellana con un tiempo espectacular acompañándonos. Pasamos un día sinceramente espléndido, rodeado de buena compañía y disfrutando del ambiente de la capital.
que buen grupo, con iniciativas así da gusto, el museo Sorolla es sin lugar a dudas uno de mis preferidos
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